El lado “B” del cáncer
Testimonio de PAT
En el mes de Octubre, mes de la concientización del cáncer de mama, quiero platicarte sobre mi experiencia con esta enfermedad: ¿cómo la conocí? Toqué fondo y salí adelante. Mi primer acercamiento con dicha enfermedad fue a los 17 años, cuando mi papá la tuvo en los pulmones y los huesos. En ese momento ni siquiera había escuchado ese nombre. En esa ocasión el cáncer en efecto fue duro pues no pudimos hacer nada y se fijó en mí el paradigma equivocado: “El cáncer significa muerte automática.
Años después, tuve a mi bebé el cual nació prematuramente y ¡chin! Nuevamente esta enfermedad tocó mi puerta y mi cuerpo. Irónicamente y con sarcasmo me dije:“genial ahora es a mi a quien le toca morir”. Pero Dios y el destino me tenían preparada una sorpresa en la que aprendí que el diagnóstico oportuno del cáncer de mama o de cualquier otro tipo no significa muerte y tampoco (contrario a lo que pensaba) que es hereditario. Hoy pienso que sólo se trata de un error ortográfico en mis genes, que me ha hecho ser y estar más atenta a lo que mi cuerpo me está diciendo. Si escuchamos y sentimos nuestro cuerpo se puede sanar el cáncer. Por otra parte esta enfermedad me dio también la oportunidad de hacer cambios en mi vida, pensamientos y alimentación ante lo lo cual hoy puedo con mucha confianza y serenidad decir: ¡Guau! ¡Sigo viva!
Hace pocas semanas el cáncer tocó a mi puerta nuevamente, ahora con mi mamá y con ella enfrenté mi mayor temor: la quimioterapia. Sin embargo ha sido mucho más benevolente de lo que esperaba. Hoy veo este tratamiento como una bendición que en ocasiones duele o debilita el cuerpo; pero también he podido experimentar que si tienes una buena preparación tanto mental, como de cuerpo y espíritu los resultados serán mucho mejores. Aprendí que las quimios no matan como se cree, aprendí que sea cual sea el resultado de tu diagnóstico la enfermedad te da está dando una oportunidad para retomar tu vida, que se puede pedir perdón y perdonar, que se puede decir te amo, y amar más y …¡TODO! Y que si sobrevives dejas de perder el tiempo con pensamientos negativos y aprendes a realmente disfrutar todo lo que la vida ofrece.
El cáncer me enseñó un lado "B" de bonito que nunca imaginaría que existe.
Gracias por leerme y ánimo
PAT
