Sin culpa ni frustración… Embarazada o ya con hijos… ¡organízate de ya!
Una vez iniciando nuestra vida laboral o terminando una carrera y empezando a desarrollarnos profesionalmente, se genera un cambio importante en nosotras. Nos sentimos independientes, productivas, más capaces, pero, ¿qué sucede cuando decides que es momento de formar una familia y llega la etapa de cuidar hijos?
Generalmente es complicado combinar ambas tareas, pero no imposible, depende mucho de cómo te organices. Es muy común y necesario requerir del apoyo de algún familiar cercano, sobre todo en los primeros años de vida del niño, mientras se incorpora a algún colegio.
Depende de ti , de tu pareja y de la situación económica, si tu hijo es cuidado por alguien más o si eres mamá de tiempo completo. Ninguna de las dos opciones es mala, lo importante es qué quieres tú a corto, mediano y largo plazo, y que trabajes para que eso suceda.
Cualquier formato, con sus respectivas variantes, tiene ventajas y desventajas cuando se llevan al extremo:
-La madre que trabaja y convive con su hijo por las noches aprovecha cada momento para interactuar con él, quien, desde temprana edad, aprende con el ejemplo la importancia del trabajo y el esfuerzo. Por otro lado, pudiera darse una muy recurrente situación en la cual la madre no establece reglas, límites y consecuencias en casa, por sentir culpa de dejarlo solo todo el día. Esta situación puede provocar una dinámica familiar complicada que impida disfrutar de los pocos momentos que se tienen en familia, al convertirse éstos en sólo regaños y castigos en intentos desesperados por educar cuando el hijo no está habituado a hacerse responsable de sus obligaciones, ni a responsabilizarse de sus actos.
-La madre que cuida a su hijo tiempo completo fortalece el vínculo y lo ve crecer en todas sus etapas. Por otro lado, es importante no olvidar que antes de ser madres, somos mujeres, mujeres con anhelos, metas, que debemos tener un proyecto de vida personal y trabajar por él. Y que en la medida en que nos cuidemos y procuremos, aseguraremos que nuestros hijos, a través del ejemplo, hagan lo mismo por ellos mismos. Amarnos los enseña a amarse. De tal manera, que si toda nuestra vida gira alrededor del hijo, corremos el riesgo de formar personas en extremos, ya sean egoístas y narcisistas o descuidadas y de baja autoestima. Educar a los hijos a ser independientes y a responsabilizarse de acuerdo a su edad, los convierte en personas más saludables.
Aprendizaje permanente
En fin, sea cual sea tu situación, tenemos algunas sugerencias que pudieran ser útiles en tu desempeño tanto laboral como de mamá:
-Si tú eres de las mujeres que desea dedicarse en cuerpo y alma a su hijo:
Organízate de tal manera que diario o varias veces a la semana tengas un tiempo dedicado exclusivamente a seguirte preparando. Si lo que deseas es, en cuanto tu hijo vaya al colegio, retomar tu profesión, entonces busca cursos presenciales o en línea si no cuentas con alguien que pueda cuidar a tu hijo un par de horas. Date tiempo para leer, para estudiar, para actualizarte, y en cuanto puedas busca incorporarte de nuevo al ámbito laboral. Si lo que has pensado es iniciar con algo nuevo o algo que anteriormente no te habías atrevido, investiga, prepárate, ve labrando el camino, para en cuanto lo consideres oportuno, comiences a trabajar en ese sueño.
-Si tú eres de las mujeres que continuará trabajando después de nacido tu hijo:
Organízate de tal manera que tengas tiempo de tomar cursos que te preparen para el reto de ser madre. De entrada, los cursos psicoprofilácticos te ayudarán a vivir la etapa del embarazo como un momento enriquecedor y maravilloso, disipar miedos, preparar tu cuerpo, involucrar a tu pareja a otro nivel, etc. Tu bebé se verá enormemente beneficiado también con esta práctica. Ni que hablar de ser asesorada por “La Liga de la Leche”, organización líder en lactancia materna.
Un curso de primeros auxilios también pudiera ser de mucha utilidad. Y nuestra cuarta recomendación, y no por eso la menos importante, es Escuela para Padres, que te ayudará a entender lo que sucede en la vida de un niño en cada una de las etapas y cómo transitar por ellas de la mejor manera, ayudando al sano desarrollo de tu hijo. Si haces bien tu chamba educando a tu hijo con límites y amor, tendrás oportunidad de disfrutar más los momentos que tengas con él después de regresar del trabajo.
¡Rétate a ti misma!, ¡no te detengas!, ¡no dejes de aprender nuevas cosas!
Aprende a disfrutar sin culpa ni frustración tu maternidad y tu trabajo