El juego, la mejor terapia familiar
A los niños les encantan los juegos, ellos aman la atención. Es posible que te hayan pedido el jugar con ellos y tú hayas estado ocupado. El participar en juegos con tus hijos, con seguridad creará memorias que perdurarán y que darán autoestima a tus hijos.
Para jugar con tus hijos, lo principal es manejar el tiempo, el cual, por la demanda del mismo en tu trabajo o en tu necesidad de descanso, puede ser algo difícil de regular, pero el hacer un esfuerzo para lograrlo te aportará recompensas. El establecer un tiempo aparte una vez a la semana, o mejor aún, jugar todos los días con tus hijos, es excelente para la relación familiar. Esfuérzate por apartar un tiempo, digamos 1 hora, para un juego de mesa por lo menos una vez a la semana; la mayoría de estos juegos demoran quizás unos 30 minutos. Para tener el tiempo controlado, si tienes otras cosas que hacer, puedes poner un cronómetro y así disfrutar plenamente de esos minutos entreteniendo a tus hijos y a ti mismo sin estar al pendiente del reloj todo el tiempo.
Esta práctica te ayudará a tener una buena relación con tus hijos y cambiará la rutina de tus quehaceres diarios. Se puede establecer una noche familiar dedicada a los juegos de cartas o de mesa.
Apaga el televisor y limpia la mesa de la sala de estar. Planifica una comida rápida o una cena muy sencilla y haz de la noche de juego todo un evento. Es una noche especial donde la rutina normal es sacada por la ventana y la familia se reúne sólo para divertirse. Hay muchos juegos de mesa entretenidos. Compra unos cuantos, o si ya los tienes, sólo desempólvalos de tu closet o de la habitación de tus hijos. Con nuestros hijos podemos jugar de todo, serpientes y escaleras, turista, cubo mágico, etc.
En fin, lo importante no es el juego, sino el estar juntos, bromeando y conviviendo. Recuerda que el tiempo que regalas a tus hijos ahora que son pequeños, te evitará preocupaciones, desvelos y urgencias cuando sean adolescentes.